todo el valor de esa planta
posada en nuestra casa
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al final todos creemos que alguien importante llegará para salvarnos la vida
no basta querer ser feliz, tener ganas de volverse a ilusionar o reír hasta que duela la panza.
ni que las manos se endurezcan
por ahí, no se empieza.
no puedo decirte lo contrario.