mi mano detenida
a la mitad de siempre
acaso Señor Mio,
las palabritas no alcanzan?
tampoco las fuerzas con un silencio mas fuerte aún
acaso una verguenza profunda de mi mismo
acaso lo mas simple y añorado
en esta madrugada especial
cuando el cielo esta claro, como hoy
la lluvia ha pasado, como hoy
y los hombres solitarios, como yo y como siempre
en la ciudad nos encontramos abrazándonos en amistades recién comenzadas
nosotros que por alguna razón solitaria
tenemos el mismo corazón tierno de coraje, odio y ceguera
nos encontramos levantando la misma idea
algunos,
esos,
blancos,
josés,
blancos,
josés,
para ser nosotros.
siempre, siempre y siempre.