y es que ciertos personajes cautivan
como si fuesen entes de lo divino o
acercándose a ello
el maestro alberto:
hoy iba a clases y veia a este gran hombre
de pequeña estatura y de una grosura
simpática
le apreté la mano con cadencia
y finura
"maestro quintanilla! gracias por venir!"
y es que
no mucho saben quien es él
pues les cuento.
una vez pues yo veia por ahi
unos sonidos disonantes y el color de los sonidos en un espacio andino y sangrante
en medio a
un buen sr, amigo de grandes loquitos
como llosa, marceau y el picasso
y por cierto
de victor humareda
esos cholos que entendieron lo instransigente de este medio.
y lo desafian con cordura y denuedo
titanica pasión, que contradice al olvido del colectivo
pues si
de esos que se burlan de nosotros con su inocencia o
ya sabidasabiduria
y consabida paciencia para experimentar y ser sublime y etéreo
le apreté la mano al personaje y me confundi un momento,
era quintanilla que con un apreton suave y mirada profunda
me enternecia
tenia un apreton tan modesto
como si fuese un joven puber que ha vivido mucho de nada
y me quede sin palabras a cortito, no supe que decirle solo instintivamente aproximarme a estrecharle
y todos los grabados alrededor
con un hombre delgado detras
y mas atras
y las esculturas oniricas y salvajes detrás, arrimandose encima de sillar cuarteado y personas deambulantes
todas las esculturas como parte viva del lugar, dulcesisimo
es un personaje famosito,
y de mirada quechua
y profundidad, de esas serrana y pagana.
y tuve que ir a clases,
me retrai un poco, sonrei
y me fui y le agradeci por venir.
y mas luego veia por doquier las esculturas solemnes bien plantadas en el
patio trasero
y nadie le daba importancia a tremenda alma
que tontera esta del arte o como se impregne como tal aqui, y ahora
en fin
y como
veia de vez en cuando me asomaba por la ventana, desperdigado
pues si
volveria a ver al maestro
acercarmele y contarle mi duda.
y al final de la clase entro por aqui y por alla
salgo al fin.
y veo al personaje
solemne y con cierto misticismo, de ese sabor andino que resalta por las pulilas y
las arrugas andinas
como parte de mí, era mio-
que me embebe, un candor muy suave
como el de mis padres
hablaba con seriedad y enfatizaba mucho los verbos.
y lo entrevistaba un programa local y contemplabamos como se veia el itinerante
al final
se despedian
y se acercó a los que estabamos alli
3 pelagatos
escuchando a alberto quintanilla
-que bueno, necesitamos gente joven, que vengan más y...
y asi se fue
y mañna sera un buen dia.
amo el color de ese tipo de ruidos
con mucho reverberacion y un corito metalico de ruidos
muy deseados
gracias,
gracias por venir.