22. ágúst 2011 |
(y ya eran tantas las veces que me repetían lo mismo)
hoy
todas las canciones de un mismo idioma
y todas sus monedas huecas
todos sus templos
sus relaciones
sus traducciones
me contaban como eras
y
de pronto
las mismas palabras dicen lo mismo en cualquier idioma
(por cuanto tiempo se necesite)
al menos solo hasta cuando la noche cae
y de pronto
tengo una pila de tus libros en mi dormitorio
(revisé uno o dos con el mismo miedo que la preocupación y el asombro comparten)
y de pronto
te agradezco
por renovar mis ánimos
por la sorpresa
por aparecer
después, mañana, siempre el día-siguiente
hasta que te apartes finalmente en otro aeropuerto
te prometo que no voy a morir mirando
para ti
voy a olvidarme de la pena del olvido
del miedo
de tu voz
hasta que te apartes finalmente en otro aeropuerto
te prometo que no voy a morir mirando
para ti
voy a olvidarme de la pena del olvido
del miedo
de tu voz